IMG_7804

Nigeria ya no es país para cristianos

Kano, 20 de mayo de 2014

Un alto muro coronado con alambre de espino y pequeñas cámaras de vigilancia en las esquinas protege la catedral de Nuestra Señora de Fátima, en el barrio de Sabon Gari, el único cristianos en suburbios de Kano.  El recinto se asemeja más a un presidio que a un lugar de reunión y oración. Pero hay que estar alerta y tomar todas las medidas necesarias para evitar una nueva sangría de cristianos.

Kano, capital del estado con el mismo nombre, ha sufrido en los últimos años numerosos episodios de violencia sectaria contra la comunidad cristiana que es minoría en el norte de Nigeria.  Desde la llegada al poder del presidente cristiano Goodluck Jonathan, en 2011, han sido asesinados cerca de 800 fieles y se han producido más de 400 ataques contra iglesias cristianas, en Kano, y los estados centrales de Kaduna y Jos.

El movimiento extremista Boko Haram aboga por la implantación de un Emirato Islámico en el norte, cuya capital se establecería en Kano, la segunda ciudad más grande del país y de mayoría musulmana.

Cientos de personas, engalanados con sus trajes de domingo, aguardan detrás de la barrera de seguridad, mientras son cacheados uno a uno por vigilantes armados antes de entrar al centro cristiano.  La catedral está abarrotada, no cabe ni un alma, así que los feligreses que han llegado rezagados han de se conformarse con escuchar la homilía dominical desde los altavoces de fuera.

La catedral de Nuestra Señora de Fátima es la sede de la diócesis católica de Kano. Junto a la catedral está el seminario diocesano y el colegio privado católico de San José.  Este centro cristiano alberga además pequeñas parroquias temporales, ya que debido a la violencia algunos sacerdotes han tenido que huir y cerrar sus parroquias por lo que ofician la misa en el patio del colegio.

IMG_7794“Quieren exterminar a los cristianos” advierte el padre Fray Tuma Dayo. Este párroco buscó asilo en Nuestra Señora de Fátima después de que unos desconocidos armados mataran a varias decenas de cristianos y arrasaran la iglesia de Cristo Rey en la gobernación de Maibawa,  Kano.  “Hoy no quedan restos de mi parroquia”, suspira el sacerdote católico.

La ola de violencia sectaria a llevado a millones de familias cristianas del norte de Nigeria a emigrar al sur, donde esta comunidad religiosa son minoría.

Antes de los atentados del 20 de enero de 2012 había “más de 50.000 cristianos” en el barrio de Sabon Gari, “hoy no suman ni 6000”,  lamenta el padre Michel de la diócesis de Kano.

Aquel fue el peor ataque que ha sufrido la ciudad de Kano. Un múltiple atentado con varias explosiones de coche bomba en una estación de autobuses , una comisaria de Policía y otros emplazamientos de la ciudad dejó cerca de 200 muertos tanto cristianos como musulmanes.  Los esqueletos de los autobuses calcinados están expuestos en un polideportivo para que los nigerianos no olviden de lo que Boko Haram es capaz de hacer.

“Pero a más violencia, más fuerte es nuestra fe”, proclama el sacerdote, antes de recordar que al día siguiente de aquel ataque masivo miles de cristianos fueron a rezar a la iglesias.

“Kano no es seguro para los cristianos.  A pesar de la protección del las fuerzas de seguridad, los ataques contra nuestra comunidad siguen ocurriendo en nuestro distrito”, advierte el padre Michel.

Hace unos meses, la iglesia de Saint Louis fue atacada por unos desconocidos que lanzaron granadas y cócteles molotov en la residencia del sacerdote. “Afortunadamente, no había nadie a esas horas en los dormitorios”, indica el sacerdote.  En cambio,  varias granadas impactaron en una cafetería al lado de la iglesia y “hubo víctimas mortales”, puntualiza el padre Michel.

“Seguimos reclamando a las autoridades mayor seguridad. Unos cuantos policías en la entrada de las iglesias los domingos no es suficiente”, se queja el cura.

cristianosNig1En julio de 2013 hubo otra masacre en el barrio cristiano.  Esta vez fue un centro comercial abarrotado de familias un domingo por la tarde.  “Había niños jugando en unos recreativos. Grupos de amigos disfrutando de una bebida en un bar con terraza…fue una masacre, qué Dios perdone a estos fanáticos”,  exclama con desasosiego el sacerdote.  Se contaron por lo menos tres explosiones consecutivas en el centro comercial.

El padre Michel no puede evitar enfurecerse cada vez que rememora las últimas matanzas contra cristianos.

A finales del mes de enero,  milicianos de Boko Haram masacraron a otros 45 feligreses durante la celebración de la misa dominical del pasado 26 de enero en una iglesia católica de Waga Chakawa, en el vecino estado de Adamawa.

“Los radicales islámicos lanzaron proyectiles y dispararon con armas de fuego contra los feligreses que participaban en la celebración eucarística y posteriormente prendieron fuego a varias viviendas y tomaron a los vecinos como rehenes durante un asedio que duró cuatro horas”, enumeró el cura.

“Al principio el objetivo de Boko Haram era atacar a los cristianos para desestabilizar a la comunidad. Pero ahora su ferocidad no tiene límites, llegando a masacrar a musulmanes”,  recuerda el padre Michel.

Los insurgentes yihadistas han atacado líderes políticos y religiosos musulmanes que critican su forma extrema de interpretar el Islam.   En agosto de 2012, Boko Haram intentó acabar con la vida de una las figuras políticas más importantes el emir de Kano, Al Haji Ado Bayero. El emir sobrevivió al ataque perpetrado por un comando suicida de entre ocho y diez militantes. En el ataque contra el convoy en el que viajaba el emir Bayero murieron tres guardaespaldas y su conductor.

Cualquier símbolo que represente a Occidente es objeto de ataque.

Boko Haram ha incendiado más de 300 escuelas desde 2009 y ha asesinado a centenares de estudiantes y profesores.

Share via emailhttp://www.ethelbonet.com/wp-content/uploads/2014/05/21-e1400579847738-150x150.jpg
Submit to reddit