Tuneles II [1600x1200]_web

Los tuneles ilegales, la única salida para aliviar a Gaza

Gaza, 22 de enero de 2009

“Vamos a tardar tres o cuatro años en reconstruir todo esto”, dice indignado Nader, traficante de mercancías en los túneles que atraviesan las dos ciudades de Rafah -la egipcia y la de Gaza-.

Este palestino lleva trabajando en el negocio del contrabando desde 1992, cuando empezaron a construirse estos corredores subterráneos para traer desde Egipto tabaco, ropa, chocolates y jabón sin tener que pagar las tasas de aduana. Con el bloqueo israelí a Hamas, cuando el movimiento islamista tomó el control de franja en junio de 2007 los túneles se convirtieron en el único medio para abastecer a la población. Gracias a los contrabandistas, los habitantes de Gaza dispusieron de queroseno y gas para las estufas y cocinas y de suministros alimenticios cuando escaseaba a causa de los continuos cierres de los pasos fronterizos. Se calcula que hay más de 2000 túneles que atraviesan los 14 kilómetros de muro fronterizo que separa los dos territorios, pero Nader asegura que entre el 70 y el 80 por ciento de ellos han sido destruidos.

La zona limítrofe de Rafah fue la más castigada por los bombardeos israelíes durante la operación “Plomo Fundido” porque, según Israel, además de mercancías, entraban armas o pertrechos para ensamblar los cohetes Al Kasam en la franja. Nader, como el resto de los empleados de los túneles, niega que el contrabando de armas llegue a través de los túneles.

tuneles [1600x1200]_webLa estampa es desoladora. Todas las viviendas aledañas a la frontera están destruidas y en el suelo se han formado enormes cráteres. Parece como si un seísmo hubiera levantado la tierra. Sin embargo, en la zona se respira una gran actividad; ahora que se han marchado las tropas israelíes todo el personal que trabaja en el negocio de los túneles se ha puesto manos a la obra para intentar recuperar su fuente de ingresos. Algunos, incluso,  han alquilado excavadoras por 300 shekel diarios (unos 76 dólares) para acelerar el ritmo. Otros excavan con palas o con las mismas manos para limpiar los escombros.

“Si Israel no hubiera cerrado el aeropuerto internacional de Gaza -se cerró a principios del 2001, después de la segunda intifada- y las autoridades egipcias el paso de Rafah, nosotros no tendríamos que trabajar ilegalmente en los túneles”, denuncia un compañero, mientras nos enseña orgulloso la destreza que adquirida para bajar agarrado a una cuerda de unos 17 metros por uno pocos túneles que no han sido destruidos . La profundidad de las galerías oscila entre 15 y 19 metros y todavía quedan en pie entre 50 y 60 pasadizos.

Además de los obreros, los vecinos echan una mano para descombrar y tapar con una lona de plástico los agujeros que se están restaurando. También los niños ayudan, porque no van a la escuela debido a que muchos de los colegios están cerrados a causa de los bombardeados. Curiosos, se acercan a los periodistas y en un ingles macarrónico nos dicen: “only Mirinda and tasco (una marca de dulces), no weapons”. Rápidamente, funcionarios de la policía de Hamás se acercan para alejar a los niños y, desconfiados,  se acercan a los trabajadores para que no hablen más de la cuenta con los periodistas.

Share via emailhttp://www.ethelbonet.com/wp-content/uploads/2009/01/Tuneles-II-1600x1200_web-150x150.jpg
Submit to reddit