La Libia libre ya tiene su cadena de televisión

Bengasi, 15 de abril de 2011

El ingenio y las ganas de mostrar al mundo lo que estaba ocurriendo en Libia al inicio de las revueltas, llevó a Muhamad Nabbus, un brillante hombre de negocios de 27 años, a montar  un rudimentario equipo satelital para poder emitir en directo por Internet los abusos cometidos por las fuerzas gadafistas para aplastar la insurrección  popular.

El 17 de febrero, el día del levantamiento del pueblo libio, Nabbus y su amigo Zuhair Al Barasi salieron a la calles de Bengasi con una cámara fotográfica digital y grabaron los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad del régimen y los manifestantes en la plaza de Al Mahkama. “Teníamos imágenes inéditas, testimonios de la brutalidad del Ejército pero no podíamos enviarlas. Todas las comunicaciones vía telefónica e Internet estaban bloqueadas”, explicó Al Barasi.  Entonces,  Muhamad ideó un sistema para enviar  los videos y en el tejado de uno de los edificios de las Cortes colocó una antena parabólica para trasmitir vía satélite. El floreciente gobierno de Bengasi, ofreció a Nabbus y su equipo de seis voluntarios una habitación para utilizarla como oficina y algunos tipos adinerados les regalaron ordenadores y cámaras de video para grabar y editar las imágenes. Y así nació Libia Hurra, la primera cadena de televisión en la Libia Libre.  Por desgracia, el intrépido periodista autodidacta que la fundó no ha podido ver su primera programación que fue retransmitida ayer a través de otro nuevo canal privado libio, Libia lal Ahrar, con base en Qatar.  Nabbus murió de un disparo de artillería gadafistas en la cabeza el 19 de marzo, cuando las tropas gubernamentales penetraron en Bengasi con sus tanques.

“Habíamos grabado ya unas imágenes de los tanques acercándose a los suburbios del aeropuerto de Bengasi. Pero Muhamed quería volver otra vez. La situación era peligrosa, le dije que no fuera y el me contestó que Alá le protegía. Él no llevaba encima el Corán. Le di la mitad del mío para que se sintiera protegido. Se acercó demasiado y recibió un balazo en la frente”,  relató con un tono de voz triste al recordar a su amigo.

Al Barasi ha tomado el mando en esta televisión que funciona precariamente. El Consejo Nacional Transitorio apoyó la iniciativa e institucionalizó la cadena como portavoz del gobierno rebelde y ofreció a su equipo de periodistas, la mayoría voluntarios sin experiencia, una nueva sede. Ahora la televisión oficial tiene sus oficinas en lo que fue el Consejo Superior de Cultura del régimen.

Las instalaciones, desde luego, han cambiado mucho, y a parte de ocupar las salas de este viejo edificio gubernamental con columnas recubiertas con teselas de color azul celeste, cuantan con equipos técnicos modernos y nuevos ordenadores. Aún así, no suficiente para poder prescindir de la ayuda económica del gobierno qatarí y de la colaboración de Libia lal Ahrar, cuyo presidente es Mahmud Shamam, destacado político opositor libio, exiliado en Doha.

El convenio entre ambos canales estipula cursos de formación para los trabajadores libios en Doha y alquilar una franja horaria para retrasmitir los programas de Libia Hurra con su logotipo en la otra televisión libia de Qatar.

“Estamos esperando a que llegue el equipamiento necesario para poder retrasmitir desde Bengasi. Ya hemos comprado una frecuencia en el Arabsat y una vez que tengamos todo el material necesario para poder emitir, Libia Hurra será el canal oficial del Consejo Nacional de Transición”,  anheló Al Barisi, que por el momento se conforma  con registrar las imágenes, montar los videos y grabarlos en DVD, para después enviarlos por carretera a El Cairo y desde allí en avión a Doha.

Esta televisión será un balón de oxígeno para los libios que durante cuarta años únicamente han visto dos canales estatales en los que “solo se hablaba de Muamar”.

“No hemos tenido programas infantiles ni de entretenimiento y toda la información estaba controlada por el régimen. En los ochenta era, incluso, imposible ver películas egipcias por las malas relaciones entre Gadafi y Sadat”, comentó Maher Alawami, ingeniero Gráfico empleado en Libia Hurra.

Alawami comparó las películas porno con el cine egipcio, porque ambas se encontraban en “el mercado negro” a “un precio elevado”.

En los albores de la revolución libia nacieron varios periódicos opositores: Libia 17 de Febrero, y Mahal que hacen también de portavoces del gobierno rebelde.

La radio estatal cambió a revolucionaria en las ciudades del este liberado y desde hace una semana Al Jazeera se escucha a través de emisora de radio.

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