Metro: el “subway” político de Egipto

El Cairo, 07 de mayo de 2008

No resulta difícil imaginar que un cómic que denuncia la corrupción política, la injusticia social y la pobreza en Egipto iba a estar condenado a desaparecer de las librerías cairotas tan pronto como cayera, por azar,  en manos de algún “muhabarat” (funcionario de la policía) que andaba despistado ojeando revistas en el centro de la ciudad.  La mala suerte le ha tocado esta vez a “Metro”: el primer cómic para adultos escrito en árabe que habla sobre “cruda” y dura realidad del Egipto actual. Las autoridades lo han retirado del mercado, después de que dicho funcionario asegurase a que “daña la moral pública” por frases como: “ese cabrón lleva toda su vida llegando tarde” o “¡Una idea que te cagas!”.

Su autor, Magdi Ashafai, relata  la precipitada vida de un joven egipcio, Sheihab, que agobiado por las presiones económicas y la falta de trabajo decide asaltar un banco.

“Metro” es una historia postmodernista que transcurre en los túneles del metro de El Cairo, reflejando así la personalidad de Sheihab que se siente atrapado, como la mayoría de los egipcios, por la represión del régimen de Mubarak.

En los distintos capítulos, que transcurren en la superficie de varias estaciones del suburbano cairota, el carácter egoísta de Sheihab se ve sacudido por la violencia, los crímenes y la injusticia que le rodean. Estos hechos, junto al amor de su novia, acaban despertando su conciencia. El despertar de ese minúsculo movimiento político y social reaccionario ante el despotismo de esa élite gobernante que tiene sometida a la población egipcia. Como dice el protagonista casi al final de historia: “La gente vive anestesiada; no hay nada que los afecte”. La escena transcurre en el interior de la estación de metro “Hosni Mubarak” y, entonces,  Sheihab le dice a su novia: “vamos, salgamos de este túnel”.

Aparte de las críticas que incluye “Metro” contra la situación en la que se encuentra sumido el país, uno de los más corruptos personajes de la historia tiene un parecido inconfundible con uno de los símbolos del gobernante Partido Nacional Democrático (PND) del presidente Mubarak.

Egipto está viviendo un momento de gran represión contra la oposición tanto laica como religiosa, especialmente después de la huelga general del 6 de abril, en la que fueron detenidos cientos de manifestantes, entre ellos intelectuales como el poeta Rami Yehia  que participa con el autor de “Metro” en otro proyecto de novela gráfica.

También el director de la editorial que publicó el comic, Mohamed al Sharqawy, fue detenido en la última campaña policial y todas las copias de “Metro” que se encontraban en su taller fueron confiscadas.

A pesar de todo, Ashafai aún confía en que algún día Egipto pueda salir del túnel en el que se encuentra.  En su opinión, “hay un grupo de gente sana y otro podrido, todos los días surge un nuevo cáncer que hay que curar, pero nuestro cuerpo puede mejorar…”queremos más libertad, más imaginación, ¿es mucho?”.

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