Líbano-Israel un año después las heridas continúan abiertas
Bent Jbail, 14 de julio de 2007
Desde la carretera que cruza el río Litani hasta Kafar Kila, a unos 700 metros de la frontera con Israel, se divisan, a lo largo y a lo ancho, los estragos que hace un año dejaron 33 días de combates entre el Ejército de Israel y la guerrilla libanesa prosiria de Hezbolá.
En esa misma carretera, frente a las imágenes de destrucción, Hezbolá ha izado sus banderas amarillas, ha colgado retratos de mártires de la yihad y ha colocado en los márgenes de la vía enormes carteles ridiculizando al Gobierno de Israel para recordar a la población la “victoria divina” contra el “enemigo sionista”.
El grupo chiita sabe que las consecuencias de esa “victoria” han sido un desastre económico y social. Hezbolá se considera el “vencedor” de la guerra contra Israel, pero es consciente de que perdió buena parte del respaldo de la población afectada.
La ayuda no llega al sur del país La situación en el sur del Líbano es muy preocupante. Más de 200.000 personas perdieron su vivienda y aunque Hezbolá, apoyado por Irán, repartió indemnizaciones por 10.000 dólares a cada familia militante para alojarse por un tiempo en otras zonas mientras se reconstruyen sus casas, el dinero se acaba y las familias siguen sin hogar.
Fatima Merhud, drusa de 27 años, de la aldea de ElMeri, vive desde octubre del año pasado en una de las tiendas de la ONU junto con otras familias que también perdieron su casa. Merhud se queja de que su familia no ha recibido ninguna ayuda del Gobierno “por vivir en el sur, ni de Hezbolá, por no ser chiitas”.
“Qué quieres que te diga, nosotros no tuvimos nada que ver con esa guerra y hemos pagado un precio muy caro”, dice indignada.
La Unión Europea ha destinado 42 millones de euros a proyectos inmediatos de reconstrucción en el Líbano y, en total, se calcula que los costes de la reconstrucción no bajarán de los 540 millones de euros.
Sin embargo, las ayudas no llegan a las regiones del sur (bastión de Hezbolá), porque el Gobierno prooccidental de Fuad Siniora no quiere liberar estos fondos pues teme que caigan en las arcas de la oposición prosiria.
Las Fuerzas Armadas libanesas por primera vez en 40 años están en el sur del Líbano. Por lo general, los habitantes se han mostrado receptivos a la presencia de las tropas y tan solo han encontrado resistencia en algunas aldeas chiitas.
Toda la ayuda directa que ha recibido la castigada población del sur del Líbano proviene de los Emiratos Árabes Unidos, que están pagando los gastos de reparación y reconstrucción de los establecimientos, por un costo estimado de 40 millones de dólares, y de Qatar, que paga 40.000 dólares por cada casa destruida.
También el Ministerio de Defensa español destina una partida mensual de 60.000 dólares para pequeños proyectos de infraestructuras. Quizás por esto ahora ondean banderas qataríes y de los emiratos en lugar de las de Hezbolá en Aitarum, Kfar Kila, Markaba, Bent Jbail, o Meis El Jabal, las ciudades más golpeadas por la artillería israelí.
