Entrevista a Abdul Wahib Husein
Manama, 02 de marzo de 2011
Abdul Wahib Husein, fundador y presidente del partido chií opositor al Wafa. Wahib Husein era vicepresidente del partido Wefaq pero dimitió de su puesto cuando se presentaron como candidatos a las elecciones legislativas de 2005. El líder opositor sintió que su formación se había vendido al régimen, acabando con sus ideales de cambio.
Por su activismo político contra de la monarquía de los Al Jalifa, Wahid ha sido encarcelado en numerosas ocasiones. Se podría decir que él es la fuerza intelectual de la oposición chií, mientras que Hasan Mushaima, lider en el exilio de Al Haq, es la fuerza física.
“Ante los violentos acontecimientos, sería inaceptable que el rey se quedara y dimitiera el primer ministro”
-¿Considera la amnistía de más de cien presos políticos un gesto de acercamiento de la monarquía para entablar diálogo con la oposición?
Nuestras demandas para poder abrir las negociaciones con el Régimen son: la liberación de todos los presos chiíes en las cárceles que suman 450; disolver las dos cámaras del Parlamento, la dimisión del Gobierno; nuevas elecciones parlamentarias, y un referendo para reformar la Constitución. La medida de liberar a un centenar de prisioneros no es suficiente.
Queremos una respuesta ya a nuestras demandas. Si el rey sigue retrasándolo y no acepta nuestras demandas, será muy difícil que podamos llegar a un dialogo con el Régimen.
-En las calles de Bahrein los manifestantes exigen el derrocamiento de Hamad Ben Isa Al Jalifa, ¿cree que la única vía para poner fin a la crisis política es la salida del rey?
Las demandas de la gente son claras, y si es lo que quiere el pueblo así será. El régimen ha teñido sus manos de sangre inocente y los bahreiníes no van a tolerar más a un monarca asesino ni a su régimen. En estos momentos los manifestantes exigen la caida de la monarquía y la salida del Gobierno. Al principio, pedíamos reformas constitucionales, pero después del derramamiento de sangre solo se podrán calmar los ánimos si se marcha Al Jalifa. El régimen ha perdido su legitimidad y ya no puede estar en el poder. Ante los últimos acontecimientos sería inaceptable que el rey se quedara y el primer ministro renunciara a su cargo. Hay que cambiar el régimen.
-El régimen de Bahrein y Estados Unidos habla de la influencia de Irán en las protestas, ¿Qué dice usted al respecto?
Cuando la revolución comenzó en Irán no tuvo impacto internacional, solo en el mundo árabe. Los regimenes sunitas, la clase dirigente árabe que quiere perpetuarse en el poder, fueron los que provocaron la división. Esto es mera propaganda del Gobierno para atemorizar a la comunidad internacional y que sigan apoyando la autocracia en Bahrein. Sí, es cierto que la mayoría de manifestantes son chiíes pero lo son porque somos mayoría en la población. Por eso, el régimen nos teme.
-Ahora el monarca de Arabia Saudita y la administración estadounidense se han ofrecido para mediar en la crisis política de Bahrein, ¿cree que son interlocutores neutrales?
No, por supuesto que no. El rey saudita y EEUU son aliados de la monarquía de Al Jalifa. Ellos comparten los mismos intereses que el rey Hamad. La secretaria de Estado Estadounidense, Hillary Clinton, ha condenado la violencia en Tunez, Egipto y ahora Libia, pero a rey sólo le ha pedido que entable un dialogo nacional para que terminen las protestas. Clinton no ha condenado la violencia en Bahrein. Hay siete muertos y medio centenar de heridos a consecuencia de la represión en las manifestaciones en la Plaza de La Perla. Washington dice que es amigo del pueblo de Bahrein y que la base de la V flota estadounidense era para el bien de los bahreinies. Estados Unidos no está en Bahrein para proteger los intereses del pueblo, sino para proteger sus propios intereses en el Golfo Pérsico.
-En Egipto el Ejército se puso al lado de los manifestantes para derrocar al presidente Hosni Mubarak ¿Cree que pueden ganar su revolución sin el apoyo del Ejército?
Muy buena pregunta. Es muy triste que Bahrein no tenga un Ejército ni unas fuerzas de seguridad formadas por nacionales. Más del 70 por ciento de los militares son egipcios, sirios, jordanos, yemeníes, incluso pashunes de Pakistán. El rey ha dejado la seguridad del país en manos de mercenarios extranjeros. Las fuerzas de seguridad se desplegaron, mataron a inocentes y después el Ejército tomo el control de la Plaza, también mató a varios manifestantes y se retiró al día siguiente. Eso ha dejado al régimen en una posición de debilidad.
