Cristianos divididos en el Líbano

Beirut, 14 de mayo de 2008

Tras una semana de intensos combates en el Líbano,  por fin llegó la calma. Afortunadamente,  los temores a que la escalada de la violencia sectaria pudiera derivar en una guerra civil han sido una falsa alarma.  Las milicias chiíes han demostrado su poderío militar contra sunies y drusos, pero ¿qué ha pasado con la comunidad cristiana?

“La única garantía para mantener la integridad del país era que los cristianos se quedaran al margen de los enfrentamientos”,  explicó Michel Chadarev, portavoz del Movimiento Patriótico Libre, del cristiano opositor Michel Aoun.

El general Aoun  llegó a un acuerdo con el ex presidente Amin Gemayel y el jefe de Las Fuerzas Libanesas, Samir Gragea, para que no se atacara a las zonas cristianas de Beirut Este y del norte del Monte Líbano.

Chadarev dijo que su formación “no comparte pero respeta” la decisión de utilizar la fuerza para romper con el bloqueo político que mantiene paralizadas las instituciones del país desde hace más de un año y medio.  “Durante todo este tiempo no hemos visto ningún acercamiento del Gobierno hacia la oposición para que acepten nuestras condiciones”,  denunció el portavoz de Aoun, al tiempo que aseguró que “ahora (el Ejecutivo) no tienen otra salida que la negociación”.

La oposición prosiria exige al Gabinete del primer ministro, Fuad Siniora, que dimita para dar paso a un nuevo Gobierno de unidad nacional, y la reforma de la Ley Electoral para actualizar el censo de la comunidad chií.

Mientras los lideres cristianos de la mayoría parlamentaria acusan al general maronita de haber dividido a la comunidad, muchos libaneses ven a Aoun como el “único” candidato a la presidencia capaz de mantener la unidad nacional, integridad territorial e independencia política del Líbano.  “El setenta por ciento de los cristianos está con el general Aoun”, aseguró Nayie, un estudiante de Empresariales de la Universidad de Sant Joseph. Nayie y unos compañeros de la facultad se encontraban en una cafetería en el barrio cristiano de Ashrafiyye, que no se ha visto afectado por el conflicto interno.

“El acuerdo entre Hasan Nasrala y Michel Aoun ha protegido a los cristianos de ser atacados por los milicianos chiíes”, continuó el joven.

“Yo no estoy de acuerdo con la manera en que Hizbulá ha intentado, a la fuerza, resolver los problemas internos del Líbano, pero no tenía otra alternativa porque este Gobierno ha demostrado que no es democrático”, añadió su compañero Raed.

“La mitad de los libaneses quiere que se vaya Siniora. Entonces, ¿Por qué no dimite y convoca nuevas elecciones?, increpó.  “Para que haya seguridad en el Líbano es necesario un gobierno de unidad nacional. El general Aoun tendría que ser el próximo presidente porque las buenas relaciones que mantiene con los chiíes”

Por el contrario, Aboudi consideró que Aoun  al aliarse con Hizbula “ha vendido el Líbano a los intereses de Siria e Irán”.  Este universitario, seguidor de Las Fuerzas Libanesas, de Geagea, ve al general maronita como un “traidor que es capaz de aliarse con el enemigo (Siria) con tal de ser el próximo presidente del país”.

La elección del nuevo presidente es otro de los asuntos calientes en la crítica situación política de Líbano.

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